Impresiones de
Nelly Cootalot: Spoonbeaks Ahoy!
Impresiones escritas por Okubo
La campaña para lanzar la nueva aventura de la
pirata Nelly Cootalot ha sido uno de los muchos proyectos recientes que han
buscado financiarse a través de la plataforma Kickstarter. Dicha campaña
alcanzó sus objetivos de financiación el pasado mes de junio, augurando una
interesante y prometedora nueva entrega protagonizada por la pirata más
adorable de los siete mares. La primera aventura de la
joven filibustera, titulada “Nelly Cootalot: Spoonbeaks Ahoy!”, cosechó muy
buenas críticas durante su lanzamiento allá por 2007, por lo que hay muchas
expectativas respecto a su continuación. Mientras seguimos atentamente el
desarrollo de la nueva entrega, bajo el título de “Nelly Cootalot II: The FlowlFleet!”, en Botafumeiro AG hemos decidido revisitar el primer juego de Nelly.
Desarrollado por Alasdair Beckett-King en
Adventure Game Studio, “Nelly Cootalot: Spoonbeaks Ahoy!” es una aventura point
& click en 2D que se puede descargar de forma gratuita desde la web de Adventure Game Studio o desde la web de Kawagames. Cuenta con los textos
traducidos al castellano, por lo que el idioma no es un impedimento a la hora
de jugar.
La aventura comienza con una simple pero
divertida premisa: el fantasma del fallecido pirata William Barbasangrienta se
aparece ante la joven Nelly para encomendarle una importante misión de
búsqueda. Barbasangrienta, conocido en vida tanto por ser el azote de los mares
del sur como por ser un gran protector de las aves, le indica que las espátulas
de la Baronía de Meeth han desaparecido por completo y Nelly es la única que
puede resolver semejante misterio. Por tanto, nuestra protagonista pondrá rumbo
a la isla donde antes habitaban estas aves y que se encuentra bajo el dominio
del taimado e intrigante Barón Barbancha.
Semejante sinopsis nos augura un juego con un
marcado sentido del humor y lleno de referencias o guiños a famosas obras que
han tocado de una forma u otra el tema de la piratería y de la vida náutica,
desde “Robinson Crusoe” a “The Secret of Monkey Island”. Tratándose de una
aventura gráfica sobre piratas es indudable que la saga Monkey Island ha
influido en el juego de Alasdair Beckett-King de alguna manera, aunque no nos
encontramos ante un mero clon de las aventuras de Guybrush. “Nelly Cootalot:
Spoonbeaks Ahoy!” cuenta con una personalidad y un estilo propios, algo que se
hace obvio desde el primer momento que conocemos a la protagonista: una
muchachita adorable, segura de sí misma y con una idea propia acerca de lo que
significa ser un bucanero.
El delicioso aspecto gráfico del juego, de
marcado estilo cartoon, muestra unos escenarios sencillos pero tremendamente
vistosos. La única pega que se les puede poner es el color que emplean, algo
apagado para el gusto de quien esto suscribe. Por su parte, el diseño de
personajes recurre con destreza a la caricatura para representar a los
habitantes de la Baronía de Meeth, algunos de ellos completamente disparatados.
No falta el pirata borrachín ni el camarero del bar, que serán los primeros
personajes con los que nos crucemos nada más desembarcar en la isla. A partir
de ese punto podremos esperarnos cualquier cosa, como una pareja de tenderos
vikingos, un timador medio gitano y medio británico o un mono con poderes
místicos.
Las acciones de nuestra protagonista para cumplir
su misión no son menos disparatadas que los personajes con los que se cruza en
su aventura: conseguir la ropa íntima de una oronda baronesa, robar la
correspondencia privada de un piloto temerario, pedir prestado el vello facial
de un pirata largo tiempo muerto o animar a unas pequeñas y deprimidas
criaturas sobrenaturales irlandesas son sólo algunos ejemplos de lo que
tendremos que hacer para desvelar el misterio de las desaparecidas espátulas.
Como es evidente, todo está salpicado con un
peculiar sentido del humor. Es importante tener en cuenta que la estética
cartoon no impide que el título recurra a un tipo de humor algo más subido de
tono (ojo a lo que sucede cuando Nelly observa el mascarón de proa expuesto en
la tienda o al puzle que hay que resolver con la baronesa) o al uso de
anacronismos y referencias al presente (baste decir que uno de los objetos que
podemos conseguir es un flamante iGarfio). A pesar de su aspecto infantil, el
título es apto para todos los públicos, aunque probablemente serán los adultos
los que más disfruten con sus ocurrencias.
El humor también impregna los diálogos de los
personajes, especialmente los de la bucanera protagonista (cuyos monólogos
tienen el único objetivo de hacer reír al jugador). Además de informarnos sobre
la trama y de darnos pistas acerca de los puzles, los diálogos son los
principales recursos humorísticos del juego y están escritos con gran destreza.
El hecho de que se encuentren no sólo traducidos al castellano, sino también
adaptados a nuestro idioma (nótese que el proceso de adaptación va más allá de
la simple traducción literal), contribuye a atrapar al jugador y a reforzar la
efectividad de las bromas.
El juego carece de voces, aunque francamente no
las necesita. Su apartado sonoro está compuesto por una serie de temas
sencillos y pegadizos, con un estilo que asociaremos con facilidad a la
temática de la piratería. El tema principal que escucharemos durante la mayor
parte de la aventura se quedará grabado en nuestra cabeza y no podremos dejar
de tararearlo durante un tiempo.
Respecto al apartado jugable, nos encontramos
ante los clásicos mecanismos de un título point & click en 2D. Manteniendo
pulsado el botón izquierdo del ratón sobre un objeto se desplegará un menú que
nos permitirá realizar las tres acciones básicas: mirar, hablar y coger. Sobre
la parte superior de la pantalla podremos acceder tanto al inventario como al
mapa. La primera tarea de Nelly será conseguir un mapa de la isla y, una vez
obtenido, podremos usarlo para desplazarnos de un lado a otro de la Baronía de
Meeth. El uso del mapa es un gran acierto por parte de este título, ya que
reduce el tiempo que requieren los tediosos desplazamientos y agiliza la
resolución de los puzles. Además, podremos acceder al mapa en cualquier
momento, independientemente de que nos encontremos en el interior o en el
exterior de los edificios. Esto permite que, tras los momentos exploratorios
iniciales, podamos volcar toda nuestra atención en avanzar en la aventura.

En general, la dificultad del título no es
elevada. Sus puzles funcionan muy bien dentro de la lógica de una comedia, por
lo que es difícil quedarse atascado. Exceptuando las dos últimas zonas,
podremos movernos libremente entre el resto de localizaciones en cuanto hayamos
conseguido el mapa (lo cual sucede nada más empezar), lo que nos proporciona
suficiente libertad para explorar el terreno en busca de las soluciones que
necesitamos. Esto, unido a su breve duración (se puede completar sin problema
en un par de horas), convierte a “Nelly Cootalot: Spoonbeaks Ahoy!” en el
entretenimiento perfecto para una tarde aburrida en la que estemos desocupados.
Sin olvidar que nos encontramos ante una aventura
de pequeñas dimensiones desarrollada en Adventure Game Studio, los logros de
este título son evidentes: una protagonista adorable y carismática, una
estética cuidada y original, un acertado sentido del humor y una jugabilidad
clásica apoyada por un buen diseño.
No nos sorprende, por tanto, que el trabajo de Alasdair Beckett-King fuese tan bien recibido en su momento y que se haya generado mucha expectación respecto a la nueva aventura de Nelly. Mientras llega el momento de surcar de nuevo los mares con nuestra protagonista, no se nos ocurre mejor manera de amenizar la espera que jugando a “Nelly Cootalot: Spoonbeaks Ahoy!”.
Web oficial de Nelly Cootalot: spoonbeaks Ahoy!
No nos sorprende, por tanto, que el trabajo de Alasdair Beckett-King fuese tan bien recibido en su momento y que se haya generado mucha expectación respecto a la nueva aventura de Nelly. Mientras llega el momento de surcar de nuevo los mares con nuestra protagonista, no se nos ocurre mejor manera de amenizar la espera que jugando a “Nelly Cootalot: Spoonbeaks Ahoy!”.
Web oficial de Nelly Cootalot: spoonbeaks Ahoy!
Impresiones escritas por Okubo
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