jueves, 13 de junio de 2013

[Impresiones] "My Ex-Boyfriend the Space Tyrant!”

Impresiones de
My Ex-Boyfriend the Space Tyrant!
Impresiones escritas por Okubo


Aunque ya se encontraba disponible a través de su página web desde hace tiempo, su reciente aparición en Steam Greenlight hizo que algunos medios se fijasen en un peculiar juego titulado “My Ex-Boyfriend the Space Tyrant!”. Se trata de una aventura gráfica en dos dimensiones y de mecánica point & click orientada hacia el público homosexual. Su argumento narra las andanzas de Tycho Minogue, un capitán espacial retirado al que obligan a volver al servicio activo cuando la flota de naves estelares de un tirano interplanetario amenaza con subyugar la galaxia. Resulta que dicho tirano no es más que el ex-novio de Tycho, con quien mantuvo un tórrido romance algún tiempo atrás. Quien antes era un chico amable y cariñoso, ahora se ha proclamado emperador y ha decidido esclavizar a la gente de los planetas libres. La labor de Tycho (y, por tanto, la del jugador) consistirá en evitar los planes del villano, aunque no todo es lo que parece en este juego.

My Ex-Boyfriend the Space Tyrant!” mezcla space opera, comedia, drama, romance y misterio. La aventura de Tycho transcurre a lo largo de setenta escenarios repartidos por tres planetas y le llevará a encontrarse con cuarenta personajes distintos. El envoltorio de ciencia ficción del juego esconde innumerables elementos propios de la cultura homosexual: muchas de las localizaciones referencian elementos cotidianos dentro del estilo de vida gay, al igual que los personajes obedecen a los estereotipos más distintivos presentes en dicho colectivo. El humor del título tiene dos vertientes, pues por un lado se basa en elementos gráficos evidentes (como las puertas de la nave espacial en forma de gigantesco pene) y por otro en los sutiles diálogos (son buen ejemplo las líneas de la parlanchina inteligencia artificial que controla el ascensor de la nave, todas ellas con una considerable carga sexual implícita). Se trata de un tipo de humor muy enfocado hacia el público homosexual, por lo que probablemente no sea del gusto de todos los jugadores. Habrá quien lo encuentre ridículo o incluso ofensivo, pero eso no quita que sea objetivamente gracioso.

El diseño del juego se basa en el trabajo de Joe Phillips, conocido artista homosexual que ha sido portadista y dibujante de cómics en editoriales tan importantes como DC y que ha colaborado en diversos proyectos de animación de temática gay algo menos conocidos por estos lares. La estética del juego es colorida y desenfadada, con entornos que van desde el interior de naves espaciales hasta bucólicos escenarios campestres. Los personajes son en su gran mayoría de género masculino y muestran mucho músculo y poca ropa. El traje espacial de Tycho, por ejemplo, se reduce a una minicamiseta y a unos pantalones cortos (que además tienen tendencia a desvanecerse cada vez que el protagonista pasa por el teletransportador). Las animaciones de los personajes son algo limitadas, pues muchos de los personajes secundarios son prácticamente estáticos. En cambio, las animaciones del protagonista se muestran mucho más trabajadas. La escasa ropa, los lugares en los que se coloca la cámara y las poses de los personajes forman un conjunto deliberadamente provocador, aunque sin llegar a mostrar detalles demasiado explícitos.

En cuanto a su jugabilidad, “My Ex-Boyfriend the Space Tyrant!” sigue el patrón básico de cualquier aventura point & click, aunque con ciertos recortes. Sólo disponemos de tres tipos de acciones: mirar, acceder al inventario y escuchar los pensamientos de Tycho. Mientras que las dos primeras funciones son iguales a las de cualquier otra aventura, la tercera constituye un descarado sistema de pistas que indica al jugador qué es lo que debería hacer a continuación para avanzar. Para realizar cualquier acción lo único que hay que hacer es pulsar sobre el objeto en cuestión, mientras que si lo que queremos es utilizar algún objeto del inventario lo único que hay que hacer es seleccionarlo y arrastrarlo hasta el punto con el que queremos interactuar. Las opciones de interactuación con el escenario son poco abundantes y por lo general están bastante guiadas, por lo que avanzar no supondrá un problema. La resolución de los puzles no es complicada y no exige demasiado al jugador, pues da la impresión de que son un elemento secundario dentro del propio juego. El hecho de tener un sistema de ayuda disponible desde el mismísimo comienzo refuerza la idea de que los desarrolladores no han pretendido crear un juego desafiante, sino únicamente un entretenimiento pasajero orientado hacia un público concreto.

Si bien es cierto que los jugadores homosexuales constituyen un creciente grupo de potenciales consumidores, hasta ahora muy pocos juegos han apostado por dirigirse específicamente hacia ellos. “My Ex-Boyfriend the Space Tyrant!” es uno de los primeros juegos de los que tengo conocimiento que se dirige claramente hacia el público gay, aunque para ello recurra al estereotipo y al cliché fácil. Puesto que por su propia naturaleza los estereotipos no son capaces de recoger por completo la diversidad que caracteriza a un colectivo tan amplio, podríamos preguntarnos si ésta es la mejor manera de acercarse a este grupo de potenciales consumidores. Incluso podríamos preguntarnos si el uso de estereotipos ingenuos, vanales y sexualizados en exceso como los que aparecen en este juego puede perjudicar a la imagen que se tiene del colectivo homosexual y de esta forma dificultar su integración y/o normalización, ya no sólo dentro del mundo del entretenimiento electrónico sino también dentro de la sociedad al completo. No obstante, la resolución de estas cuestiones va más allá del objetivo del presente texto y debe quedar en manos del lector.

Lo que sí parece claro es que nos encontramos ante un título que utiliza la temática homosexual como mero reclamo. De hecho, “My Ex-BoyFriend the Space Tyrant!” se promociona anunciando que se trata de -y cito textualmente- “the gayest game ever made” (“el juego más gay que se ha hecho nunca”). Todo lo demás, incluyendo su jugabilidad, son elementos secundarios. Más allá de la curiosidad que pueda elicitar en el jugador (independientemente de cuáles sean sus preferencias sexuales), no hay muchos más alicientes para hacerse con este juego salvo quizá su sentido del humor. Aunque su estética es atractiva, su nivel de dificultad es escaso y su mecánica es muy simple. Su banda sonora no destaca demasiado y el argumento no parece destacar por su brillantez. Su humor, en cambio, pese a orbitar continuamente sobre ciertos lugares comunes (la semidesnudez del protagonista y las continuas insinuaciones sexuales), cuenta con algunos momentos hilarantes que despertarán alguna carcajada que otra. Hay una broma especialmente acertada, aunque quizá no muy original, en la que Tycho expresa su opinión acerca de la fanfarria que se escucha al incorporar un nuevo objeto al inventario y que además referencia a la famosa saga “The Legend of Zelda”.

Aunque da la impresión de que el juego podría haber ofrecido mucho más de lo que muestra finalmente, la realidad es que hay mejores aventuras en el mercado y que lo único que hace ésta sea distintiva es su temática. No hay muchos juegos orientados al público homosexual, por lo que, pese a que quizá el enfoque de “My Ex-Boyfriend The Space Tyrant!” no sea el más acertado, se agradece que aparezcan iniciativas así. Esperamos que futuras propuestas no se queden únicamente en el continente y trabajen algo más el contenido, sobre todo en lo relacionado con los aspectos jugables.

El juego se puede comprar desde su web oficial a un precio de 22 dólares; un precio quizá demasiado elevado para un producto digital, aún más si tenemos en cuenta la ausencia de extras interesantes más allá de un modo de juego en el que el protagonista viste únicamente con su ropa interior durante toda la aventura. Este título se encuentra disponible para Windows, Mac y Linux sin ningún DRM y cuenta con algunas opciones de accesibilidad (tales como un modo que aumenta el contraste entre los personajes y los fondos) para personas con deficiencias visuales.


Los que tengan curiosidad por probarlo pueden acceder a una demo desde la web antes mencionada. Aunque la duración de la misma es algo escasa, permite al jugador hacerse una idea bastante completa de lo que pueden ofrecer las coloridas aventuras del capitán Tycho.

Impresiones escritas por Okubo

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2 comentarios:

Lo de que se diga que las obras que se desenvuelven en ambientes con mayoría de gays van orientadas al público homosexual, nunca dejará de llamarme la atención (y no lo digo por ti, obviamente, lo digo por ellos mismos que son los que lo utilizan como reclamo). Me resulta una postura totalmente homófoba. Day of the Tentacle va orientada al gremio de los científicos locos y Monkey Island a los monos tricéfalos, es absurdo.

¿Que los protagonistas son masculinos y copulan entre ellos? Pues vale, no me importa lo más mínimo, no me afecta ni para bien ni para mal. Lo relevante son las relaciones afectivas entre los personajes, que seas capaz de hacer comprender y empatizar con los personajes al que está del otro lado de la pantalla, sean los personajes de la condición sexual que sean, sean tentáculos, sean extraterrestres, sean playboys vírgenes casposos y cuarentones.

Entiendo perfectamente lo que dices. Quizá lo que menos me ha gustado de este juego haya sido precisamente el hecho de que los personajes son planos, están estereotipados y recurren al cliché fácil. Llama mucho la atención que un juego orientado al público gay (tal cual ellos lo venden, como bien apuntas) muestre una imagen tan simplista y banal de los personajes homosexuales que aparecen en él. Precisamente el público gay debería ser el más concienciado respecto al uso de esos estereotipos negativos, supongo.

Estaría muy bien encontrar un juego en el que lo importante sean las relaciones afectivas entre los personajes masculinos y que sean unas relaciones verosímiles, realistas y maduras... pero lamentablemente éste no parece ser el caso.

Por lo general solemos hablar mucho de que el mercado de los videojuegos ha alcanzado la madurez, pero en algunos aspectos aún está muy atrasado. Presentar un juego con personajes homosexuales caracterizados sin recurrir a los manidos estereotipos de siempre sigue siendo una de las asignaturas pendientes de este mundillo.

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